El cabalgar de un padrillo salvaje en la inmensidad de los Andes, al pie del Aconcagua, es la auténtica sensación de libertad. Imagina una manada de padrillos salvajes galopando sobre blancas y suaves montañas, con sus pelajes oscuros, reflejando la luz de la luna. Estas imágenes, son los que han inspirado a Ernesto Catena, a crear el más famoso e importante vino de todos días.
Tikal Amorio
$1,308.99
De un opaco púrpura tiñe el vidrio, ofrece un esplendido aroma de sándalo, especias asiáticas, incienso, cerezo negro y moras. Denso, de varias capas, y largo, Aromas de roble ahumado y cereza, y bayas rojas. Acabados bastante ricos y aterciopelados en el paladar.